
lunes, 15 de marzo de 2010
lunes, 8 de marzo de 2010
Antonio López de Santa Anna


Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón (21 de febrero de 1794 – 21 de junio de 1876) fue un político y militar mexicano, que se desempeñó como Presidente de México y repitió el cargo en diez ocasiones más. A lo largo de su larga carrera política se unió en distintas ocasiones a realistas, insurgentes, monárquicos, liberales y conservadores.
EN EL EJERCITO TRIGARANTE
Su carrera política empieza en 1821, fecha en el que el Plan de Iguala de Iturbide consagra la independencia de la Nueva España, teniendo como instructor a Don Joaquín de Arredondo. Inicia entonces una larga serie de imprevisibles adhesiones ideológicas. Enviado por el gobierno colonial a dar auxilio a la ciudad de Orizaba que estaba sitiada por los rebeldes, los derrota y es condecorado por el virrey y ascendido a teniente coronel. Es nombrado comandante del puerto de Veracruz y horas después se levanta en armas contra el gobierno realista, uniéndose a los insurgentes gracias a la persuasión de José Joaquín de Herrera, siendo derrotado en esa plaza, pero haciéndose fuerte en Córdoba. Bajo su mandato en Veracruz, logra retirar a los españoles hasta el fuerte de San Juan de Ulúa, último reducto de éstos. Como muchos otros militares se unió a Iturbide, solo como una estrategia política, para obtener apoyos personales. Iturbide propuso formar un congreso con una cámara única con la representación proporcional a la importancia de clases y con elección directa, dando así predominio a los grupos privilegiados. Santa Anna y los insurgentes estaban de acuerdo con la independencia, pero no aceptaba que la dirigiera la clase alta, pues según él no eliminarían los privilegios de los peninsulares que aún quedaban en México. La Suprema Junta Provisional Gubernativa pidió una sola cámara sin separación de clases ni representación proporcional y por medio de elección indirecta, de esta manera se conformó por abogados, clero bajo y medio.
LA AMBICIÓN DE LA PRESIDENCIA
Durante los primeros años del México independiente, los acontecimientos ayudaron a Santa Anna en su imparable ascenso. Los levantamientos de 1827 le dieron la posibilidad de ponerse del lado del gobierno de forma sorprendente, puesto que la participación de su hermano Manuel del lado rebelde hacía suponer que Santa Anna se retiraría de su hacienda en Veracruz para apoyarlo. La suerte de los dos hermanos fue muy distinta a raíz de este acontecimiento: mientras Manuel era desterrado, Antonio obtenía el gobierno de Veracruz. Poco más tarde se le brinda una nueva oportunidad. La convocatoria a las elecciones de 1828 nacía con la controversia entre las posturas representadas por Manuel Gómez Pedraza y Vicente Guerrero. Los partidarios del primero se oponían a hacer efectiva la expulsión de los españoles restantes en el país. Apenas once días después de que Gómez Pedraza ganara las elecciones, Santa Anna se rebeló exigiendo la sustitución del presidente electo por el general Vicente Guerrero , inaugurando con esto el inicio de las interminables guerras civiles en el país naciente.
En 1829, una expedición española desembarcada en Tampico, comandada por el brigadier Isidro Barradas que tenía por objetivo la reconquista de México fue derrotada por Santa Anna que desde entonces se hizo llamar El Héroe de Tampico.
Al ser derrocado el gobierno de Guerrero por Anastasio Bustamante, Santa Anna hace un pacto con Gómez Pedraza, (el presidente que derrocara años antes) para que este alcanzara la presidencia de 1830 a 1833 mediante nuevos levantamientos. En 1833, Santa Anna alcanza por fin la presidencia.
LA CUESTION TEXANA
Al ser nombrado presidente, en un hecho sorprendente, Santa Anna alegó mala salud y se retiró a su hacienda en Veracruz, desde donde planeó una supuesta invasión a Cuba. Entre 1833 y 1835, Santa Anna iba y venía del poder. En diversos periodos Valentín Gómez Farías ocupó la vacante de Santa Anna y aprovechó para hacer reformas liberales a la Constitución de 1824.
Santa Anna, presionado por una delegación de conservadores que no estaban de acuerdo con las reformas, volvió a la presidencia y disolvió el congreso, emulando la acción del Emperador Agustin I. Promulgo las Siete Leyes las cuales dieron paso a un periodo de conservadurismo, qué ocasionó varios levantamientos, de los cuales sólo tuvo éxito el texano.
Los colonos estadounidenses, establecidos en territorio mexicano (Texas) desde fechas anteriores a la independencia de México, empezaron a ser más numerosos que los habitantes mexicanos del mismo territorio, debido a la fuerte filosofía nacional del Destino Manifiesto del siglo XIX que el gobierno estadounidense respaldaba, para que ciudadanos americanos habitaran la provincia del noreste mexicano, estos discrepaban con el gobierno en temas como la religión (eran protestantes y no aceptaban una iglesia estatal), la esclavitud (prohibida en México y que ellos apoyaban), la representatividad parlamentaria (frente a un régimen autoritario) y el libre comercio que tenía grandes partidarios en el sur de EEUU. Empezaron a formar sus propias juntas de gobierno, pero al establecerse el gobierno centralista, los texanos perdieron su autonomía.
Los texanos, motivados por Austin y apoyados indirectamente por el gobierno de los Estados Unidos, empezaron a atacar posiciones mexicanas, llegando a controlar la mayor parte del territorio de Texas. Cuando estas noticias llegaron a la Ciudad de México, Santa Anna organizó un ejército comandado por él mismo, que marchó desde el centro del país para detener a los texanos. Pese a su rápida victoria en El Álamo a los pocos días de que Texas se declarara independiente, El Napoleón del Oeste, fue vencido en menos de veinte minutos en San Jacinto por el estadounidense Samuel Houston. Santa Anna fue capturado al final de la batalla obligado en prisión a reconocer la independencia de Texas, a retirar sus fuerzas del otro lado del Río Bravo, a entregar a los esclavos negros que les había liberado y a no tomar jamás de nuevo las armas contra el Estado de Texas. La cuestión texana marcó quizá el periodo mas negativo de la trayectoria de Santa Anna.
LA GUERRE DE LOS PASTELES
A su regreso a Veracruz, al ser liberado por los texanos, Santa Anna es destituido como presidente. Cuando los ciudadanos franceses le exigieron al gobierno mexicano una indemnización por los daños causados por las tropas de Santa Anna años atrás en sus negocios, no hubo respuesta por parte del gobierno mexicano, así que en 1838 mandaron una expedición que bloqueó a Veracruz y ocupó la plaza hasta que el daño fuera pagado. Santa Anna tomó de nuevo las riendas del ejército y se dirigió a Veracruz, donde hizo retroceder a los invasores hasta el muelle, pero en ese momento, los barcos franceses abrieron fuego de artillería contra los mexicanos, resultando herido en una pierna. Después de esto, hizo que se celebrara toda una ceremonia funeraria en honor a su pierna perdida. La gente se conmovió ante el sacrificio de Santa Anna y lo aclamó como héroe de la Patria.
Esto le dio una gran publicidad, lo que le permitió ocupar la presidencia de nuevo en 1839, 1841 y 1844, anunciando ya el estilo totalitario que distingue su último periodo.
MÉXICO PIRDE LA MITAD DE SU TERRITORIO
En ausencia de Santa Anna, la situación interna en México estaba repartida entre hostilidades y caos político. Estados Unidos aprovechó esto para enviar sus tropas al río Bravo. Aunque el límite de Texas en ese entonces era el río Nueces, unos kilómetros más al Norte. Este movimiento ofensivo por parte estadounidense presionó y orilló al gobierno mexicano a defender la soberanía del territorio nacional, dándose así inicio a la guerra entre estos dos países. Santa Anna fue llamado a dirigir los esfuerzos nacionales de nuevo; pero aunque logró reunir y organizar un ejército sorprendente, fue derrotado por su falta de sensatez en todos los enfrentamientos contra los estadounidenses. Casi logró una victoria en la Batalla de la Angostura; pero se retiró inexplicablemente a un paso de derrotar a Taylor. Después en su natal estado de Veracruz fue derrotado en la Batalla de Cerro Gordo. Después de evacuar la capital del país, Santa Anna se exilió de nuevo, esta vez en Colombia. Mediante el Tratado de Guadalupe Hidalgo, México perdió los estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada y Colorado a favor de Estados Unidos, que se comprometió a pagar una indemnización de 15 millones de dólares a México
MUERTE
Su última vivienda en la ciudad de México se ubicó en la calle de Vergara, hoy Bolivar, en el número 14. Falleció la noche del jueves 21 de junio de 1876 y fue inhumado en el viejo Panteón del Tepeyac, de la Villa de Guadalupe-Hidalgo.
El plan de Casamata

ANTECEDENTES
Las conspiraciones tenían el propósito de derrocar el imperio de Iturbide a favor de una república, pero fueron descubiertas y disueltas. Entre sus miembros había 19 congresistas, que fueron encarcelados. Iturbide decide entonces disolver el congreso e instalar una Junta Nacional Instituyente.
Hubo varios levantamientos, entre los que destacó el levantamiento de diciembre de 1822. El líder ideológico de este levantamiento, entre otros, era Miguel Santa María, que más tarde atraería al movimiento al entonces resentido Antonio López de Santa Anna.
REPERCUSIONES
Se percatan de la importancia de este movimiento cuando empieza a tomar fuerza, por lo que decide reinstalar el Congreso; que se ocuparía de decidir si Iturbide seguiría gobernando. Pero éste abdicó y se marchó a Italia con la consigna posterior de muerte en caso de volver a pisar territorio mexicano. Esto sucedio sin duda en el año de 1824, a su regreso y en el intento por recuperar el poder, fue asesinado.
miércoles, 10 de febrero de 2010
QUE ONDA CON EL PLAN DE IGUALA???


El Plan de Iguala fue un pronunciamiento político proclamado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero el 24 de febrero de 1821 en la ciudad de Iguala de la Independencia, Guerrero; En el cual se declaraba la independencia de México.
Sus tres principios fundamentales fueron:
1. Establecer la Independencia de México de parte de España
2. Establecer la Religión Católica como única
3. Establecer la unión de todos los grupos sociales.
Más tarde, estos tres principios (Religión, Independencia y Unión) se convertirían en las Tres Garantías que promovía el ejército que sustentaría al gobierno, al que, por la misma causa, se le llamó Ejercito Trigarante.
Según este plan, el gobierno que adoptaría como nación independiente sería el de una monarquía moderada, cuya corona sería otorgada a Fernando VII (miembro de la Casa de los Borbones), o en su defecto, a algún otro príncipe europeo.
El plan suprimía, además, las distinciones étnicas entre los habitantes de la hasta entonces Nueva España; declaraba la igualdad de todos los individuos y, por lo tanto, en adelante todos tendrían los mismos derechos.
Para gobernar al nuevo país en lo que llegaba un príncipe a ocupar la corona, el plan proponía la creación de una "Junta Gubernativa" y, posteriormente, una Regencia que se encargaría de gobernar en lo que se elegía al nuevo emperador. Además convocaría a Cortes para elaborar una Constitución.
El plan es una reacción a los movimientos liberales que sucedían en España, en lo que se llamaría el Trienio Liberal. Tras un pronunciamiento militar realizado en Sevilla por Rafael de Riego, este logra obligar a firmar al rey Fernando VII de España una constitución parlamentaria de corte liberal. Este trienio liberal dura entre 1820 y 1823, cuando Fernando VII consigue que se cree la Santa Alianza (Prusia, Austria y Rusia), que envía un ejército compuesto por 95.000 soldados en ayuda del rey (ejercito llamado los Cien Mil Hijos de San Luis), restaurando el Antiguo Régimen y el absolutismo tras la Batalla de Trocadero. Esto provocó una emigración de "liberales", principalmente a Londres, y que sobrevivió malamente con una paga que les concedía el gobierno inglés.
Finalmente, exhortaba a los insurgentes a incorporarse al ya mencionado Ejército Trigarante, cuyo líder sería Agustín de Iturbide.